En enero del año 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS), anuncia la existencia de una enfermedad altamente contagiosa, denominada coronavirus (COVID 19), originada en la ciudad de Wuhan, China.
Este virus ocasiona problemas respiratorios de leves hasta graves, incluso fatales, también se acompaña de otros síntomas como fiebre, cansancio, tos seca, dolor muscular, diarrea, entre otros. Las personas con padecimientos crónicos (diabetes, cáncer, cardiovasculares, respiratorios), son más vulnerables, por tanto, tienen más probabilidades de presentar cuadros graves o fatales.
La OMS brindó recomendaciones para prevenir y reducir la transmisión del virus, entre ellas permanecer informado, lavarse las manos frecuentemente o aplicarse alcohol, uso de mascarilla, distanciamiento social, no tocarse la cara, nariz y boca, y tomar las medidas que se consideran necesarias.